Sunday, June 20, 2004

Suponiendo

No puedo ver nada. Siento como si mi reflejo en el espejo no existiera. Como si mi alma no volara por el cielo cuando te vas.
Pensé que podía decírtelo, pero siempre las cosas son más difíciles, más lentas cuando no te siento cerca. Cuando me siento a escribir pensando que tal vez las cosas podrían mejorar si te saco de mi cabeza por un segundo, pero dejar de sentirme sola es casi imposible.
Siempre pensé que la soledad me acompañaría en algunos momentos, en los momentos en los que yo la llamara... cuando yo la necesitara, pero ya ví que no es así.
Ya ví que la maleta no está llena de hojas... está llena de piedras que pesan lo mismo que mi corazón cuando está empapado en llanto. Llanto de unas lágrimas que no tienen por qué ser, no tienen por qué estar y sin embargo, caen al vacío de una realidad oscura, imposible de ser evadida.
Pensé que podía decírtelo, ya que no estás. Que tal vez podría escribírtelo, pero como casi siempre pasa, la vida no me deja escoger el rumbo del destino, y siempre es ella la que me lleva. Me para frente a un espejo cuestionándome acerca de las cosas que no entiendo. Acerca de lo que siento cuando te vas, suponiendo que yo sola puedo responderle. Suponiendo que sola puedo levantarme todos los días sabiendo que no nos vamos a entcontrar tu y yo, aunque siempre camine por el mismo camino esperando verte.
Me persigue la soledad, me persigue encontrándome siempre. Lo que encuentre ella en mí, será el rastro tuyo, siempre tuyo que no se va. La huella que me marca, que a veces me hiere recordándome que no estás presente... que estás en el pasado de mis días. Un recuerdo que llega con cada amanecer, con cada sol y que se desvanece cuando la luna aparece.

Siempre pensé que podía decirte lo que sentía cuando no estabas, ahora me doy cuenta de que si puedo...

Suponiendo que no estuvieras tan lejos me doy cuenta de que si pude habértelo dicho...