Saturday, June 12, 2004

Porque

Un atardecer de domingo es el que escribo sentada en mi cama,
lleno de sentimientos y un poco de desilusiones
con ruidos raros y pocos colores
sin sentir en viento, el amor, las rimas sobre mi cuerpo y mi cara.

Ya no sé si quererte y dejar de vivir enamorada,
porque ya no sé si me quieres como me querías,
ya no sé si sientes como antes sentías
y no sé si quiero estar equivocada.

Yo lo he pensado algunas veces, y no quiero negártelo,
porque me lo has demostrado con acciones,
aunque no lo hagas consciente, aunque no me escribas canciones
ya no sé si llevarme mi corazón o dejártelo.

Dejártelo a ti, porque ya no podría amar como he amado contigo,
porque ya no podría vivir solamente de tu mundo,
porque ya no sé si hundirme en el mar profundo,
pensando que quizás el amor sigue siendo mi amigo.

Ya no podría encontarme contigo en el viento,
sin dejar de quererte ni queriéndote un poco,
porque aunque nada se haya terminado ya no sé si es tu corazón el que toco
y si eres tu al que veo con mi ojos sintiendo lo que siento.

Un atardecer de domingo es el que acaba de pasar mientras te escribía,
pasó el tiempo como si fuera un sueño en un noche de estrellas,
como si acabara de sonar la melodía más triste y bella que jamás haya escuchado
porque estaba pensando que si pudieras mentirme, me mentirías.



Éste es mi post Número 100