Sunday, January 04, 2004

Me duele...

¿Por qué nada puede depender de mi? ¿Por qué me lo tengo que tirar?
Me decepciono de mí misma... creía que podía manejar algo medianamente bien, y me doy cuenta de que no tengo nada y estoy perdida.
Me duele el corazón, mi "inteligencia", los ojos, la razón, el destino, las lágrimas, las horas, las tardes, la conciencia, la confusión, mi estupidez, el miedo, la duda, 40 minutos, el lugar donde me siento, la desilusión, y tu... Me duele mi vida.
De tantos amaneceres que he visto, sé que el de hoy será diferente, porque cambió la vida, la mañana, la estación, el mes, el año... el amor, el corazón...
Sé que para el amanecer del lunes tal vez ya te habrás ido, y ahí si acabaré de perderte.
Acabaré de perder el poco de corazón y cabeza que me quedan y sin duda, mi aliento.
Mi razón de levantarme y tal vez, el lunes ya no me pueda levantar. Tal vez ya no quiera hacerlo...
Me duele saber que ya no quieres esperar, porque de mí, ya no hay nada que esperar...
Me duele la decepción que hay en tu alma, me duele más que sea mía, que cuando vuelvas, tal vez no quieras llamarme y que ése "tal vez" no tiene espacio dentro de esta frase...

Yo sabía que de mi no podía depender, porque, simplemente, el mundo estaba girando para el otro lado...
Era demasiado raro el hecho de que yo pudiera ser capaz de manejar una situación sin lágrimas, sin miedo, sin desilusiones, sin recuerdos, sin palabras que no quería decir...
Sin dejar de mencionar rastros de cosas pasadas... sin dejar de ser tonta.

Ahora, de mi corazón ya no queda nada, esta más pequeño que nunca, partido en pedacitos que me toca recoger del piso y guardarlos en el cajón otra vez.
No quiero volver a abrirlo, porque siempre que lo abro, va quedando más poquito... y todo termina mal... fuera de eso, por mi culpa... como si valiera la pena...
Como si alguna lágrima tuya por mí valiera la pena, como si fuera a cambiar la situación... como si puedira yo devolverte algo de lo que te quité... como si pudiera devolverte algún beso, algún abrazo, alguna de las tardes y noches de muchas horas y estrellas, algunas palabras... como si pudiera dejar de desilusionarte... simplemente, las lágrimas, no valen la pena...
Cuando yo abro o alguien abre el cajoncito, si no me hacen sufrir, yo hago sufrir, y prefiero sufrir yo, a que sufras tu por mí.
Lo siento.

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